“Ésa es la pelea que yo quiero”

El rival del ‘Iron Boy’ dice que intentará ganar por nocaut y el monarca boricua le da la bienvenida

Por Hiram Alberto Torraca

El filipino Rodel Mayol ha obtenido el 76% de sus victorias por la vía del sueño. Y ya ha vaticinado que irá tras el nocaut número 20 de su carrera, cuando se mida al campeón de las 108 libras de la OMB, Iván Calderón, el 13 de junio en el Madison Square Garden de Nueva York.

Nada alegra más a Calderón, que saber que esas son las intenciones de su próximo rival.

“Si viene a meter presión ya tengo una parte de la pelea gana. Que venga agresivo a mí no me preocupa ya que yo he pasado por eso antes. Qué más presión que en las peleas con Hugo Cázares y Juan Esquer, que estuvieron detrás de mí desde el primer asalto hasta el último”, dijo Calderón ayer, durante un entrenamiento abierto a la prensa en el gimnasio Wilfredo Gómez de Guaynabo.

“Si dijera que viene a boxear, tal vez me preocuparía, pero si viene a meter presión, ésa es la pelea que yo quiero. Yo domino bien al que viene hacia adelante”, expresó Calderón.

Mayol es un peleador derecho de 27 años y marca de 25-3 con 19 nocauts. Mide 5’4”, por lo que aventaja a Calderón por cuatro pulgadas. Eso tampoco le quita el sueño al invicto campeón puertorriqueño.

“Eso es de beneficio para mí ya que yo estoy acostumbrado a eso. El peleador que se me hace más difícil es el de mi mismo tamaño ya que se me hace incómodo darle porque se pone bajito como yo. Cuando son altos me le hago incómodo, puedo entrar con más facilidad y de afuerita le puedo pelear igual que por dentro”, añadió Calderón, quien apenas ha visto un asalto de un combate de Mayol, primer clasificado de la OMB.

“Yo no soy de estar viendo muchos videos de mis rivales ya que uno puede ver la mejor pelea que hizo o la peor y si uno se deja llevar por eso, puede tener problemas”, manifestó Calderón, quien recordó que al pelear con Mako Leyva fue a verlo en una pelea en la que el mexicano “lució feo”, lo cual afectó su preparación.

“Yo pensé que me lo ganaba fácil. Pero esa ha sido la pelea más difícil de mi carrera, suerte que me entrené bien”, afirmó Calderón, quien le deja el trabajo de ver las peleas a sus entrenadores. “Un buen boxeador se sabe adaptar a cualquier oponente el día de la pelea”, manifestó el zurdo, quien el jueves salió del gimnasio en 109 libras.

Calderón considera un logro estar en 109 libras en esta etapa de su entrenamiento, ya que faltan más de tres semanas para la pelea. Y se lo atribuye a su entrenador Pintor, quien es un reconocido cocinero y está viviendo en la casa del campeón durante el entrenamiento para esta pelea.

“Estoy comiendo bien y haciendo mis tres comidas sin pasar hambre. A mí siempre me ha gustado tocar el peso unas semanas antes de la pelea para que el cuerpo se vaya adaptando”, finalizó diciendo el zurdo, quien no pelea desde el 30 de agosto del año pasado.